2013年3月26日星期二

¿POR QUÉ TAI CHI?

   ¿Por qué haces Tai Chi? Y además ¿qué es eso? Estas fueron las preguntas que me hizo alguien recientemente. No entendía bien por qué después de practicar danza, gimnasia, Pilates, o correr habitualmente, hacía eso tan raro…
    Nunca hubiera dicho que iba practicar Tai Chi, para empezar, ni siquiera sabía qué era. Llegué a un centro buscando algo que me ayudara a relajarme. Vivía un momento difícil, mucha tensión, mucho estrés e infinita ansiedad. Me ofrecieron probar sin compromiso el Yoga y el Tai Chi y así lo hice. Contra todo pronóstico, el Yoga no me aportó tranquilidad y si un buen dolor de lumbares, en cambio, la clase de Tai Chi se pasó volando, me pareció una de las cosas más bonitas que había visto, tan estético, tan pausado, tan expresivo, y, sobre todo, cuando acabó la clase me sentí más tranquila y con más energía. Aquello me tocó por dentro, e inmediatamente me matriculé. Confieso, aún a riesgo de resultar una auténtica mula, que hasta que no llegó el tercer mes no supe que aquello que hacía era un arte marcial, ni me lo planteaba, como decía antes, vivía excesivamente estresada... Llegaba allí, intentaba aprender todo lo que podía y salía estupendamente, había conseguido mi propósito, no me planteaba nada más. La eficacia de este arte milenario quedó demostrada con mi mejoría, a pesar de no saber ni lo que era, me dejaba llevar y obtenía resultados. Era consciente de que no entendía aquello pero recibía beneficios practicándolo. Esto fue abriendo puertas, agitando mi curiosidad y empecé a leer algunas cosas, a buscar información y a sentir un profundo respeto por esta disciplina.. 
    Como todo en la vida, a medida que sabes más, disfrutas más. He ido aprendiendo, con mucha calma, algunas cosas fundamentales, por ejemplo, que no se puede tener prisa, que el “no tener prisa “ es, en sí mismo, un elemento importante, una posición indispensable para abordarlo. El Tai Chi puede practicarse como un arte marcial, como una forma de ejercicio físico, como terapia, o como práctica espiritual, te da todas estas alternativas.
    Desde el punto de vista del ejercicio físico tiene varias ventajas: Su práctica ofrece distintos niveles de exigencia física que pueden adaptarse a cada persona y a cada momento vital, de forma que puede acompañarte toda la vida, la edad no es una barrera. No es una disciplina para especialistas, todo el mundo puede practicarla pero, en este punto creo que hay que hacer una aclaración porque estas afirmaciones junto con el hecho de que hemos visto imágenes en televisión de personas de avanzada edad practicándolo a diario en los parques (subrayemos que suelen ser chinos) nos hace pensar que es algo facilísimo y suavísimo que incluso un persona de 87 que no haya movido un dedo en su vida puede hacer, y no es así. Es cierto que, si lo has aprendido y practicado a lo largo de tu vida, puede acompañarte siempre, porque puedes adaptarlo a tus condiciones físicas pero, su aprendizaje requiere coordinación de movimientos, cierta elasticidad muscular, y la capacidad para aprender a relajarte, a respirar de otra manera, en una palabra, la capacidad para aprender una disciplina holística, donde se pone juego lo físico, lo intelectual, lo anímico y lo espiritual. No quiere decir que haya que hacer todo esto siempre, cada uno elige cómo quiere emplearlo pero hay que trabajar físicamente, hay que preparar el cuerpo y eso requiere esfuerzo. Debemos dejar de pensar que el Tai Chi es más o menos como sentarse en un banco a contemplar la naturaleza, requiere un esfuerzo físico y esto, precisamente, lo hace más interesante porque notas enseguida los beneficios, se fortalecen tus piernas, mejoras la posición de tu espalda, ganas en elasticidad y tomas contacto con ese mundo de tu propia energía interior que, en general en occidente, ignoramos. Por lo tanto no es una disciplina para “gente mayor” aunque puedan practicarla y yo animaría a la gente más joven que tenga curiosidad a que la pruebe. No van a encontrar una clase de gimnasio al uso con música fuerte, ritmo fuerte y pulsaciones fuertes, por el contrario un ritmo tranquilo donde tienes la oportunidad de sentir tu cuerpo, de aprender a manejarlo y aprender a relajarte mientras consigues unos músculos más fuertes y un estado físico muy bueno, pero es normal terminar la clase empapado en sudor y con temblor de piernas. 
    A estas alturas creo que casi todos somos conscientes de que el estilo de vida actual nos perjudica, porque no está hecho a escala humana, demasiada prisa, demasiadas pretensiones, demasiadas exigencias y poco parar a escucharnos, a entendernos y a saber lo que realmente queremos. Sabemos lo que debemos hacer, lo más adecuado, lo más oportuno o lo que se espera de nosotros, pero muchas veces no sabemos lo que verdaderamente deseamos. Cualquier actividad que nos invite a ralentizarnos y tomar contacto con nosotros mismos, puede ser beneficiosa, puede ser el Tai Chi, el Chi Kung o cualquier otra cosa, que cada uno elija aquello que más le guste. 
    Espero que con este pequeño texto mi amigo haya entendido mis motivos para elegir el Tai Chi.
AUTOR:Gema Lopez


http://www.shaolinkungfu.es

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